Una piel bonita dice mucho de una mujer

Tener una piel bonita no es algo que requiere de tiempo y del uso de productos adecuados. Habrá que tener en cuenta algunos factores como el tipo de piel, el propósito del artículo (por ejemplo, si es para difuminar las arrugas, igualar el tono o hidratar), entre otros.

Un producto que deberías incluir en tus indispensables para el día a día es el sérum natural para la cara. Entre otros beneficios, nos ayuda a combatir el envejecimiento prematuro de nuestra piel. Esto es debido a que integra ingredientes de máxima calidad, con una textura que facilita la penetración de los mismos.

Hay una tendencia que predomina en estos momentos en el mercado y es la cosmética sostenible. Para confeccionar los productos de este tipo de cosmética se emplean materias primas cultivadas con ingredientes que tienen una mínima huella de carbono. También se emplean ingredientes de mayor calidad.

¿La cosmética sostenible es igual de práctica que la industrial?

Esta es la primera duda que no suele surgir sobre la cosmética sostenible.

Uno de los puntos fuertes de la cosmética industrial es que se presenta con una packaging muy atractivo. Nada más verla, nos encontramos con una crema que nos está diciendo claramente que nos la apliquemos inmediato. La cosa cambia cuando echamos un vistazo a los ingredientes y nos encontramos con algunos de dudosa procedencia, incluso hasta pueden ser tóxicas.

Es cierto que puede no resultar vistosas, pero, a la hora de la verdad, no sólo conseguirá unos resultados iguales, sino que serán mejores al no presentar ningún tipo de efecto secundario.

¿Sabes cuál va ser el mayor obstáculo que te vas a encontrar a la hora de cambiar de productos cosméticos? El cambio de costumbres.

El hecho de cambiar de la cosmética industrial por la cosmética sostenible puede ser complicado principio. Nos hará falta realizar un esfuerzo inicial bastante importante, pero, en el momento en el que empieces a realizarlo, te darás cuenta de las grandes ventajas que tiene el hecho de comprar cosmética sostenible.

Cosmética sostenible: Los resultados llegan a largo plazo, pero son más duraderos

Existen muchos productos cosméticos industriales que consiguen desplegar un efecto increíble en el momento de su aplicación. Por ejemplo, esto suele ocurrir normalmente con el maquillaje ya que, de forma inmediata, se encarga de ocultar cualquier tipo de imperfección que podamos tener en nuestro rostro.

Ahora bien, en el momento en el que echamos un vistazo a la etiqueta, nos damos cuenta de todos los elementos tóxicos que llevan. Será entonces cuando nos preguntemos si vale la pena conseguir un efecto tan inmediato con el coste de que en el futuro nos va a terminar pasando factura.

En el momento en el que nos decidimos por una mascarilla de cosmética sostenible, en donde se han utilizado ingredientes plenamente respetuosos con nuestra piel, tenemos que saber que si la respuesta, salvo algunas excepciones, no va ser tan rápida ni de lejos. Eso sí, podemos estar seguros de que todos los ingredientes que estamos introduciendo en nuestro organismo va ser perfectamente respetuosos con la piel.

Un buen ejemplo lo tenemos en la bruma facial o bruma para la cara; se trata de un cosmético en spray que aporta ingredientes muy característicos para ayudar a que el rostro se encuentre hidratado.

La gran mayoría de los productos de cosmética sostenible tienen una composición en donde se utilizan ácidos grasos que se parece mucho al propio cebo humano. Además, también tienen una gran cantidad de nutrientes que se consideran imprescindible para que consigamos regenerar nuestras células. Esto se complementa con nutrientes y oligoelementos que ayudarán a evitar que nuestro rostro empieza a presentar los antiestéticos estragos de la edad.

Por si esto fuera poco, también tienen la habilidad de poder mejorar nuestro sistema inmunológico.

Haz el cambio a la cosmética sostenible y verás cómo te merece la pena.

 

 

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