Si estás pensando en comprar platos de ducha, lo primero que debes saber es que los puedes encontrar en diferentes materiales. Cada uno de ellos tiene una ciertas características, ventajas y desventajas, que deberíamos tener muy presentes.
Aquí vamos a estudiar los materiales más habituales:
Los tipos de materiales más habituales para platos de ducha
1. Cerámicos
Están formatos por una mezcla de materiales como fedelspato, cuarzo y caolín, a los que se les aplica un tratamiento vitrificado.
No son demasiado resistentes a los impactos (resistencia media-baja), aunque su resistencia al rayado es bastante alta.
Otra de sus particularidades es la higiene. Este material es absorbente y de poro cerrado, lo que hace que sea difícil que le entren bacterias y que puedan proliferar en su interior.
También hay que tener cuidado con el jabón: como se trata de un material con acabado fino, podríamos llegar a resbalarnos con facilidad.
2. Acrílicos
Están formados por una pasta acrílica que ha sido moldeada al vacío. Habrá sido reforzada con una mezcla entre poliéster y fibra de vidrio.
Una de las razones para elegir el material acrílico para platos de ducha es la gran cantidad de tonalidades disponibles que podemos encontrar. Además, también se pueden elegir entre muchas texturas.
Suele aguantar bastante bien los impactos y los rayados. Y aunque se puedan dañar a una profundidad importante, hay empresas que pueden restaurarlos con productos especiales.
Como en el caso de los platos de ducha cerámicos, los acrílicos también ofrecen una buena resistencia a la permeabilidad. Así, es complicado que penetren bacterias en su interior.
Como ya has podido ver, a la hora de elegir los platos hay muchos materiales disponibles. Tan solo habrá que estudiar las diferentes características para elegir aquel material que mejor se adapta a nuestras necesidades.
3. Resina
Otra interesante alternativa son los platos de ducha de resina. Están diseñado con resinas con cargas minerales que reciben un determinado tinte. Integran una capa de gel coat de gran calidad que le confiere una textura única.
Muchas se decantan por este tipo de plato de ducha debido a que se puede cortar con una mayor facilidad. Tiene una resistencia al rayado considerado como media-alta y es antibacteriano.
Otra de las ventajas de los platos de ducha de resina es que, a diferencia de otros materiales, nos ofrecen una sensación de calidez muy característica debajo de nuestros pies. Además, tiene propiedades antideslizantes.
4. Piedra natural
Es una opción que se ha impuesto los últimos tiempos.
La piedra natural puede ser muy variada: podemos tener platos de ducha de mármol, de granito, así como otras piedras que tengan baja porosidad.
Su resistencia y dureza al rayado dependerán del tipo de material exacta, pero suele ser bastante alta.
El material de piedra natural más recomendado es el granito, ya que es más duro y protege mejor ante las bacterias y los hongos.
También podemos encontrar los platos de ducha de piedra compuesta, que son los que integran diferentes tipos de piedras.