La tecnología se pone al servicio de la belleza y el bienestar

No hay sector que no haya sido revolucionado por la tecnología; cómo no podría ser de otra manera, también ha cambiado por completo todo lo que conocemos con nuestra belleza y el bienestar.

Sin embargo, el problema es que el mercado nos encontramos algunos artículos que se nos prometen como completamente revolucionarios y capaz de realizar unas funciones increíbles, pero, a la hora de la verdad, no son capaces de cumplir con lo que prometen.

Para atajar de raíz todos esos mitos, nosotros vamos a hablar sobre ciertas innovaciones tecnológicas que han sido probadas clínicamente y, por ello, te garantizamos que funcionan.

Tratamiento de VelaShape III: Se trata de un aparato que tienen como objetivo mejorar la circulación sanguínea, el metabolismo celular, el drenaje linfático y a mejorar la actividad fibroblástica, así como a favorecer la acumulación del colágeno para tener una piel mucho más lisa y alejar las arrugas que pudiera llegar a presentar.

Para funcionar, dispone de una luz infrarroja; en el momento en el que esta se aplica sobre la piel, es capaz de calentar los tejidos hasta una profundidad de 3mm. Además, esto se une con la acción de la radiofrecuencia bipolar (en cuya tecnología son expertos los profesionales de la clínica  globus clinic pro que conseguirá una profundidad de 15mm.

El resultado de la aplicación de este tipo de tecnología es eliminar la flacidez en ciertas zonas localizadas, reducir el volumen y, en general, mejorar algunos problemas propios de la textura de la piel o de la estructura.

Beaty Mask: ¿Y si te dijéramos que la NASA ha diseñado una tecnología especial que ayudará a mejorar nuestra piel desde su primera aplicación? Pues probablemente pensarías que es algún tipo de estafa.

Sin embargo, es completamente cierto: se trata de una tecnología confeccionada con LED que ayuda a tratar diferentes problemas de la piel utilizando ondas específicas de luz. Estas ondas lo que hacen es emitir una cierta cantidad de energía con una potencia suficiente para desplegar su acción, pero para evitar daños en la piel.

Se utilizan diferentes tipos de luz de varios colores que trabajan a profundidades diferentes. La luz azul ayuda a reducir inflamaciones, a eliminar manchas y, en definitiva, a conseguir una piel mucho más joven (trabaja con valores de 430-450nm). Por otro lado, tenemos la luz roja que ayuda a producir colágenos para conseguir que nuestra piel esté mucho más joven por mucho más tiempo, la luz amarilla para mejorar problemas del sistema nervioso o del sistema linfático y la última la luz verde, que ayuda a la restauración de pieles castigadas por los abrasivos rayos del sol, así como otros agentes externos extremos.

Y estos son tan solo dos tipos de tecnologías de entre todo lo que podemos encontrar en el mercado.

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