Consejos prácticos para usar las cintas de correr adecuadamente

Las cintas de correr, así como cualquier aparatología de gimnasio, tienen unas instrucciones precisas que el usuario debe de conocer y seguir a rajatabla. De esta manera, minimizaremos el riesgo de que se produzca alguna lesión, así como de ayudarnos a conseguir unos resultados mucho más destacados.
Si es la primera vez que vas a utilizar estas máquinas, te recomendamos que eches un vistazo las siguientes consideraciones que te ayudarán a saber cómo utilizar las cintas de correr sin morir en el intento.

Aprende a usar las cintas de correr de la forma correcta

La elección de la ropa

Lo primero que debemos de saber es que no nos podemos vestir de cualquier manera para correr en estas cintas, ni mucho menos podemos hacerlo con la ropa de calle.
Necesitaremos un calzado que esté preparado para darle mucho trote; que se encargue de realizar la absorción del impacto que el pie va a producir en el momento en el que se empiece a mover por la cinta.
Necesitamos ropa que sea capaz de mantener nuestra piel seca y con una gran transpiración. Evitará las diferencias de temperatura y que se pueda acumular humedad en ciertas zonas localizadas.

Conoce a la máquina

Antes de empezar a correr como locos en la máquina, deberíamos conocer las funciones que nos ofrece; tenemos que empezar con velocidades cortas para que el cuerpo se pueda aclimatar poco a poco a la situación (si no lo hacemos, las posibilidades de que se produzca algún tipo de lesión serán mucho más elevadas).
También deberíamos conocer todos los botones y sus funciones; es importante que, si queremos cambiar de velocidad o de altura mientras la estamos usando, que no tengamos que pararnos para que el cuerpo pare bruscamente, si no que podamos hacerlo mientras seguimos corriendo.

¿Qué postura debes de adoptar?

No todo el mundo lo sabe, pero las máquinas de correr pueden provocar muchas lesiones si no se utilizan de la forma adecuada. La idea es que elijamos la postura más cómoda y que menos problemas nos vaya a dar.
Uno de los errores más importantes que el deportista iniciado comete es empezar a correr con la cabeza inclinada hacia abajo; si mantenemos esta postura en el tiempo lo único que hará es que nuestras cervicales terminen lesionadas.
En lugar de ello, tienes que mantener la vista al frente; deberías de adoptar un punto de referencia (verte en un espejo o mirar un punto siempre de la misma manera).
El objetivo es mantener la espalda recta en todo momento y que siempre esté descansada.

No te fuerces demasiado al principio

Machacarte en los primeros días no te va a servir de nada; sólo tendrás agujetas que te impedirán seguir con tu entrenamiento de cara al futuro. Lo mejor que puedes hacer es empezar poco a poco, con movimientos suaves y luego, a medida que tu cuerpo te vaya pidiendo más, entonces darle la intensidad que necesitas.
Si sigues estos consejos, no tardarás en dominar las cintas de correr.

¿Te gustó este artículo?